Tabla de skate fabricada con 7 capas de madera de arce canadiense grado A.
©2025 Banco de México Diego Rivera Frida Kahlo Museums Trust, Mexico, D.F. / Artists Rights Society (ARS), New York
El venado herido (1946) es como un poema visual que Frida Kahlo escribió con flechas y melancolía, pero sin perder jamás su mordaz sentido del humor. En esta obra, Frida se transforma en un ciervo herido —literalmente— con nueve flechas clavadas en su cuerpo, una imagen que mezcla dolor físico y emocional con una elegancia casi teatral.
El ciervo, mitad humano mitad animal, atraviesa un bosque misterioso y silencioso, como si estuviera atrapado en un sueño donde el sufrimiento se vuelve metáfora. Sus grandes ojos oscuros nos miran con una mezcla de vulnerabilidad y desafío, recordándonos que el dolor no solo se soporta, sino que se lleva con dignidad y una pizca de rebelión.
Aquí, Frida no solo expone sus heridas —muchas veces fruto de su accidente y de su tormentosa vida— sino que también juega con la idea de la identidad fragmentada y la resistencia. En ese cuerpo atravesado por flechas, que parece al borde de ceder, late un espíritu indomable y audaz.
El venado herido es una fábula moderna donde el sufrimiento es protagonista, pero también un acto de valentía estética. Es un recordatorio de que la fragilidad puede ser poderosa y que, a veces, el arte se convierte en el mejor refugio para sanar lo que no se puede curar.