Litografía offset con plata sobre papel, firmada a mano por Takashi Murakami. Edición numerada de 300 ejemplares. Publicada por Kaikai Kiki Co. Ltd, Japón.
Con un título que suena a cuento surrealista, DOB & Me: On the Red Mound of the Dead es una obra que condensa muchos de los universos visuales y filosóficos de Takashi Murakami en una única imagen electrizante. Aquí, el artista se representa a sí mismo junto a su inseparable alter ego, Mr. DOB, de pie sobre una colina compuesta por decenas de calaveras de tonos rojizos, rosas y anaranjados, que más que provocar miedo, despiertan una especie de hipnosis estética.
Mr. DOB, uno de los personajes más icónicos del imaginario Murakami, es como el Mickey Mouse japonés psicodélico que ha evolucionado con el tiempo: a veces tierno, a veces perturbador. En esta obra, se presenta en su versión más adorable, con una gran sonrisa y una pajarita roja que le da un aire encantadoramente formal, como si supiera que está posando para una ocasión especial.
El propio Murakami aparece a su lado, vestido de manera sencilla pero significativa: luce una camiseta estampada con sus queridos Kaikai y Kiki, esos dos personajes traviesos que representan el yin y el yang de su universo creativo. Es un guiño divertido a su mundo interior y también un pequeño juego de espejos entre el creador y sus criaturas.
Detrás, un fondo de tono rosado y neutro está compuesto por una retícula de calaveras sin colorear, casi desdibujadas, que se funden con delicadeza en el conjunto, como un eco silencioso de la montaña principal. No roba protagonismo, pero añade una capa más de densidad simbólica a la escena.
La montaña de cráneos es una referencia clara al memento mori, pero pasada por el filtro pop, colorido y plano del movimiento Superflat que el artista ha definido. La muerte, aquí, no es oscura ni solemne; es brillante, casi dulce. Murakami no esquiva los grandes temas, pero los enfrenta con una sonrisa torcida, como quien dice: “sí, todo acaba… pero mira qué bonito puede ser el camino.”
Esta obra es una perfecta fusión entre la reflexión existencial y la cultura visual del manga y el anime. Entre lo tierno y lo macabro, entre el arte elevado y el consumo masivo. Y como todo lo que toca Murakami, tiene capas: puedes quedarte con el impacto visual, o quedarte a descubrir todo lo que hay detrás.
Una pieza que, como el propio Mr. DOB, parece gritar con una gran sonrisa: “¡Estoy aquí, mírame… pero piénsame también!”