Litografía offset de alta calidad con estampado en frío y barniz de alto brillo sobre papel. La otra está firmada y numerada a mano por el artista sobre una edición limitada a 300 ejemplares. Publicada por Kaikai Kiki Co.
Miyabi: Kōrin (Kōrin: Courtly Elegance, 2020) de Takashi Murakami es una obra que rinde homenaje a la refinada tradición pictórica japonesa, en particular a la escuela Rinpa, reinterpretándola con su distintivo estilo Superflat. Inspirado en el legado del maestro del siglo XVII Ogata Kōrin, Murakami reimagina la estética clásica del período Edo, fusionando su exquisita ornamentación con una paleta vibrante y una sensibilidad contemporánea que dialoga con la cultura visual del presente.
El título de la obra alude a dos conceptos esenciales en la tradición japonesa:
Miyabi (雅), término que evoca la gracia cortesana, el refinamiento estético y la sofisticación propia de la aristocracia de la era Heian.
Kōrin (光琳), en honor a Ogata Kōrin, uno de los máximos exponentes de la escuela Rinpa, célebre por sus composiciones asimétricas, su magistral estilización de la naturaleza y su uso virtuoso de fondos dorados que aportaban luminosidad y profundidad.
Murakami recoge estos elementos y los reinterpreta en clave contemporánea, manteniendo el espíritu ornamental y el lujo visual, pero con una energía renovada que transforma la serenidad clásica en una explosión de color y dinamismo.
Siguiendo la tradición Rinpa, el dorado desempeña un papel central en Miyabi: Kōrin. En la pintura clásica japonesa, este recurso no solo confería brillo y sofisticación a las composiciones, sino que también creaba un efecto etéreo, casi místico, evocando un mundo suspendido fuera del tiempo. Murakami recoge esta herencia, pero en lugar de aplicarla con pan de oro o pigmentos minerales, la traduce a un lenguaje gráfico contemporáneo, donde la luminosidad se obtiene a través de colores planos, intensos y digitalmente depurados.
En este contexto, las flores sonrientes, icónicas en la obra del artista, cobran un protagonismo absoluto. Inspiradas en los motivos botánicos de la escuela Rinpa, sus formas redondeadas y vibrantes parecen flotar sobre el fondo dorado, estableciendo un diálogo entre la tradición decorativa y una estética lúdica que remite al manga, el anime y la cultura pop.
A través de su concepto Superflat, Murakami suprime la profundidad y las jerarquías espaciales, creando una composición donde todos los elementos conviven en un mismo plano visual. Esta bidimensionalidad, lejos de ser una simple decisión estilística, responde a un principio arraigado en el arte japonés, presente tanto en las pinturas Rinpa como en los grabados ukiyo-e, donde la perspectiva se sustituye por un diseño fluido y envolvente.
Sin embargo, Murakami lleva esta idea un paso más allá, incorporando una estética ultracontemporánea que bebe de la ilustración digital y la cultura de masas, logrando que Miyabi: Kōrin resuene tanto con la tradición como con el imaginario visual del siglo XXI.
En Miyabi: Kōrin, Murakami logra una síntesis perfecta entre pasado y presente, entre la elegancia refinada de la escuela Rinpa y el lenguaje visual vibrante de su universo artístico. Con un equilibrio magistral entre sofisticación y frescura, la obra nos invita a redescubrir la belleza de la tradición japonesa a través de una mirada contemporánea, en la que el esplendor del dorado y la exuberancia floral se transforman en símbolos de una estética atemporal y universal.