Aguafuerte sobre papel firmado y numerado por el artista sobre una edición de 75 ejemplares.
Durante la década de los 70, Joan Hernández-Pijuan deja de lado sus composiciones conceptuales para centrarse en una abstracción milimetrada, en la que la precisión es la clave para crear sombras, texturas y degradados. Hernández-Pijuan sigue investigando la paleta de color, que le ayuda a crear los efectos de luces y sombras deseados.