Este tríptico está formado por tres tablas de skate realizadas con madera de arce canadiense de grado A en 7 capas.
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Explosion (1967) de Roy Lichtenstein representa un momento en el que el artista decide alejarse del retrato clásico y centrarse exclusivamente en la imagen misma de una explosión, un tema recurrente en los cómics de la época. En lugar de narrar una historia, Lichtenstein captura la energía visual y el dinamismo de la explosión utilizando su estilo característico con puntos Ben-Day y colores planos. La obra toma un elemento común de la cultura popular, como es la explosión en los cómics de acción, y lo transforma en una obra que explora la superficialidad de las emociones representadas en los medios de comunicación y su apropiación en la cultura de consumo.
Lo fascinante de esta pieza es cómo el uso de colores intensos y contornos gruesos no solo imita la estética de los cómics, sino que también amplifica la sensación de velocidad y poder. La repetición de los elementos visuales intensifica la idea de un impacto explosivo, a la vez que mantiene un tono irónico y desapegado, característico de Lichtenstein. A través de este contraste entre el drama representado y la distanciamiento técnico, la obra se convierte en una crítica sobre la forma en que los medios de comunicación trivializan el heroísmo y la emoción, y cómo esas representaciones se consumen masivamente sin reflexión profunda.
Explosion también juega con las fronteras entre el arte popular y el arte considerado de "alta cultura". Al tomar un tema tan común, Lichtenstein lo eleva a la galería, desafiando las jerarquías artísticas tradicionales y cuestionando la división entre lo "bajo" y lo "alto". La obra se sitúa en un momento histórico en el que las imágenes de la cultura pop, como los cómics y la publicidad, ya tenían una presencia predominante en la vida cotidiana, y la pieza puede verse como un comentario sobre la saturación de estímulos visuales y la banalización de la emoción en la sociedad moderna.
Al igual que otras piezas de Lichtenstein, Explosion invita al espectador a reconsiderar la relación entre el arte, los medios de comunicación y la forma en que los valores culturales se expresan a través de las imágenes.